CATARATAS VICTORIA
ZAMBIA-ZIMBABUE, ÁFRICA
Cuando nos ponemos a pensar en un escenario natural característico del continente africano, es muy posible que la imagen que primero llegue a nuestra mente sea la de la inmensa sabana amarillenta inundando por completo el campo visual hasta ocultarse tras la línea del horizonte, o la de ese árbol solitario en medio de una omnipresente llanura.
Fotos: TRAVEL ROAD PARTNERS
Pero África también nos evoca lugares remotos que han sido a lo largo de la historia escenarios de batallas y aventuras, de peligrosas expediciones de cazadores o de audaces misiones de exploradores, entre los que sin ninguna duda, el siguiente enclave natural se situaría en una posición de relevancia dentro de esta categoría.
No por otro motivo debemos su “descubrimiento” a un médico inglés que por encima de cualquier otra consideración era un aventurero impenitente, el Doctor Livingstone, y el nombre de cataratas Victoria a la reina de Inglaterra, bajo cuya bandera se realizaron un importante número de expediciones de aquella época.
Las cataratas Victoria, en la frontera entre Zambia y Zimbabue, con una caída de más de 110 metros y un frente de longitud superior a 1 kilómetro, interrumpe abruptamente el discurrir, en apariencia tranquilo, del río Zambeze, quebrando el espejo líquido que se asoma hasta el borde de la inmensa grieta.
Visitar las cataratas en el mes de noviembre en plena época seca, siendo diferente a lo que se nos hubiera ofrecido en la estación lluviosa, no restó un ápice de espectacularidad a la experiencia cuando se trató de sobrevolarlas en helicóptero, a pesar del menor caudal transportado por el río.
Sin embargo, ese menor caudal de agua del Zambeze, supuso una gran ventaja al recorrer a pie el frente de caída desde cada uno de los márgenes de la profunda herida, por cuanto un exceso de agua habría limitado la visibilidad del fondo de la garganta en la mayor parte de las secciones.
CATARATAS VICTORIA DESDE EL PARQUE NACIONAL DE ZIMBABUE
CATARATAS VICTORIA DESDE EL PARQUE NACIONAL DE ZAMBIA
Pero sobre todo, que los niveles de este portento fluvial que es el Zambeze estuvieran bajos, me permitió zambullirme en la “Devil’s Pool” o “Piscina del Diablo”, una piscina con una ubicación diabólica cuyo borde se sitúa a una distancia de poco más de 50 centímetros del borde de la caída de la catarata, toda vez que se encuentra abierta a los amantes de la adrenalina únicamente entre mediados de agosto y mediados de enero.