Motel ECONOLODGE
GORMAN, CALIFORNIA, EE.UU
Fotos: TRAVEL ROAD PARTNERS
Una de las “road movies” o películas de carretera de mayor éxito en los años 90, Thelma & Louise, película dirigida por Ridley Scott y protagonizada por la espléndidas Susan Sarandon y Geena Davis.
Fotograma de la película Thelma & Louise
Debido a que se trata de una película de carretera en la que la trama se desarrolla durante el desplazamiento sin pausa de los dos personajes, en una suerte de viaje tanto físico como espiritual (acaso puede un viaje estar exento de alguna de las dos facetas), son innumerables los escenarios naturales y localizaciones presentes en el metraje.
Si bien son precisamente los paisajes naturales los más relevantes y los que dotan de una mayor fuerza y energía a la historia que se narra, si hubiera que destacar dos localizaciones de interiores, éstos serían el bar de carretera en el que las protagonistas se divierten al inicio de la película y el motel en el que se detienen una noche tras sufrir un traumático percance en el que las dos protagonistas discuten apasionadamente sobre si entregarse o no a la policía, decisión (la de no hacerlo) que a la postre sellará trágicamente su destino en la búsqueda de la libertad largamente anhelada y ahora encontrada en las circunstancias más dramáticas e inesperadas.
Ese motel que se encuentra en el pequeño pueblo de Gorman en el estado de California.
En el año de la visita (2021) se encontraba cerrado por obras, conserva sin embargo su estructura y fisonomía hasta el punto de ser completamente reconocible, 30 años después de que quedara inmortalizado en el retrato de las peripecias de Thelma & Louise.
En el viaje a EE.UU del año 2021 descarté acercarme a Gorman puesto que tenía previsto llegar a Sacramento ese mismo día. Si a eso le añadimos que cuando me encontraba cubriendo la etapa del Joshua Tree National Park se me encendió el piloto del aceite, con lo que me vería obligado a realizar el cambio del mismo al día siguiente (antes de mi partida hacia Sacramento y para más “inri” en un domingo), las pocas dudas que pudiera seguir teniendo por perderme una de las visitas que a priori había catalogado como de interesantes, quedaron disipadas por completo.
Sin embargo todo lo que aconteció tras solucionar el problema técnico en la localidad de Westminster y poner rumbo a Sacramento en el navegador del coche, “conspiró” para que la visita al Econolodge pasara de la categoría de objetivos no cumplidos a la de anécdotas del viaje.
Todas las situaciones que se presentaron, las decisiones adoptadas y algún que otro error cometido me condujeron de forma tan inexorable como involuntaria al icónico alojamiento.
Desde un primer momento advertí que la ruta escogida por el navegador eludía la vía principal, que no era otra que la autovía interestatal en dirección norte.
Lo cierto es que, dejándome llevar por el árido paisaje del sur californiano, me vi inmerso en un entorno montañoso cada vez más intimidante en el corazón de Los Ángeles National Forest con la aguja indicadora del nivel de combustible coqueteando con la reserva.
Es en ese instante cuando me asaltó la duda de si regresar por donde el navegador me había guiado en dirección a la interestatal, o priorizar la búsqueda de una gasolinera. Me decanté por lo segundo y me percaté de que en la ubicación actual el navegador carecía de cobertura. Así es que no me quedaba otra alternativa que continuar la marcha.
Cuando se hizo efectivo el regreso de la cobertura, ya con la aguja indicadora hundida ostensiblemente en la zona de reserva y casi resignado a tener que quedarme tirado en ese inhóspito entorno, cuatro gasolineras aparecieron en la pantalla del GPS. Tres de las cuatro gasolineras se situaban en un dirección (bastante próximas las unas de las otras) mientras que la más cercana a mi ubicación se localizaba en la dirección opuesta.
Me decanté finalmente por la opción más próxima mientras contemplaba estupefacto cómo la aguja se recostaba en el extremo izquierdo de la banda de medición.
Como todos mis pensamientos estaban volcados en la puñetera gasolinera, no reparé en la ubicación de la misma hasta que llegué a ella, envuelto en los más negros pensamientos, y con la manguera de combustible en la mano empecé a preguntarme a dónde había ido a parar exactamente. !!!!Gorman¡¡¡¡¡
Y el Econolodge de Thelma & Louise no distaba más de 50 metros de la gasolinera………